lunes, 7 de mayo de 2012

Ayúdame paciencia.

Paciencia, hoy te estiro la mano pidiendo prudencia
Conciencia aligera la carga de mi pecho
En el lecho de sueños donde despierto
es cierto que aún me persiguen sus fantasmas.

Procuro olvidar nuestras diferencias
junto con todas nuestras vivencias
pero el corazón recuerda lo que la mente no
y el destino actuó mucho antes que yo.

Entonces ¿Quien soy y a donde es que voy?
Si no soy el esperanzado tal vez sea el olvidado
recordado en sueños cual profecía
olvidado en la práctica de la vida.

Paciencia, ¡Entumece mi corazón!
La razón ya no me acompaña.
Enmudece mis pesares
y dame paz esta mañana.

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