Ya escribí anteriormente sobre lo que era tenerte
en momentos de tu ausencia.
Como busca mi cerebro recordarse en el único momento en el que
yo no interfiero lo que era poder tenerte para todos mis yo.
Cuantos markko no conociste, desde el ser mas infeliz hasta el mas alegre
en millas a la redonda. Conociste al markko terco (ese llego para quedarse).
Me conociste enojado y decepcionado. Conociste lo que era que yo te cerrara
las puertas de mi vida y luchaste demasiado por que yo las volviera a abrir.
Y sí, las volví a abrir, removí el múro informe que coloque delante de tí siendo que
yo no soy bueno recuperando confianza.
Eso lo sabes tú.
Aún estoy molesto porque nunca me gusto la idea de mentirte, y pocas veces lo hize,
lo admito, pero cuando dije que jamás dejaría entrar la distancia yo no esperaba sentirme
como me sentí contigo.
Hablamos de eso, usamos ejemplos especificos, pero aún así yo no estaba preparado para
poder sentirme así.
Hasta te lo dije con una canción hace tiempo, canción con la que te dí un segundo nombre.
Te pedí que buscaras la manera de hacer eso que haces sin dañarme en la ausencia de palabras,
sin cortarme las alas, te dije que buscaras la manera antes de que en una de tantas ya no te pudiera
mirar.
Todo lo contrario, todo alrevez. Así como en la canción.
No me esperaba, ni deseaba, llegar a tal acierto.
~~~~~~
Si en mi cercanía escuchas gritar las paredes
no te asustes, es lo que suelen hacer cuando
me acerco demasiado.
Quizá no las puedas entender, yo sí, las paredes
sí hablan.
-Yo también puedo oír, yo tambien puedo ver,
yo también puedo sentir.
Por eso gritan, por eso tiemblan cuando me aserco,
comparten eso conmigo.
No se cual sea tu formula de la felicidad, pero en mi caso
de momento, lo único que tengo para poder ser feliz soy yo.
Tengo que tolerar mi mala suerte, y sobrellevarla.
Fuiste la primera de una serie de eventos desafortunados y la verdad,
falta tiempo antes de un escrito menos sombrío.
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