viernes, 23 de marzo de 2012

Mañana siempre será un tal vez.

El corazón es un musculo que se ejercita
justo como cualquier otro,
por lo mismo necesita descansar de ves en cuando.

No voy a decir que quiero pasar cada hora,
cada minuto, cada instante contigo
porque nunca habría nada nuevo que contar.

La soledad es un privilegio que se disfruta al mismo modo que la compañía.
También sabrás que quien más sonríe, es a su ves, quien más ha llorado.
No quiero estar siempre para ti, así cuando la libertad me lo reclame
poder salir a dar un paseo en compañía de mi soledad.

Además la gran mayoría del arte nace en las penumbras de la soledad,
esta es la que a nosotros los artistas nos abraza, solo en momentos así
son cuando tenemos la libertad de escucharnos a nosotros mismos.

No quiero estar siempre a tu lado
pero sí siempre de tu lado.
Pues la diferencia la vuelves a hacer tu y no yo.
Yo solo creo en mi soledad excusas para empezarte
una nueva canción, para soñarte de nuevo, para cuidarme para tí
y para pensar en ti.

Se trata de la diferencia entre el ser y el estar.
Hoy soy tuyo, y hoy estoy para ti.
Mañana tal vez seguiré siendo tuyo y tal vez seguiré estando para ti,

Pero hasta que seas mía y estés para mí... mañana siempre será un tal vez.

sábado, 3 de marzo de 2012

Mis alas se van.

Pero es solo para despertar,
es solo para poder darme cuenta
que la vida que pasa es la que
está debajo de mis pies.

Nunca nada me ha pasado en un
lugar donde mi voluntad no haya estado.
y en ves de soñar que puedo volar
me he decidido a caminar,
puesto por meta avanzar y des-estancarme.

Pienso que si uno se tropieza en medio del camino
por descuidar de vista el paso presente; por mirar
con ansias el horizonte lejano, la culpa es propia.

Pienso que los sentimientos y las emociones muchas veces
están de más, decorando nuestra propia percepción y volviéndola
algo más de lo que en realidad es. Distractores, tan buenos que
uno puede planear su vida consultándolos como a un consejero...
como una oveja que regala su lana a un ovejero.

¿Pierdo humanidad al independizarme de mis sentimientos?
Tal ves la idea en un principio fue usar los sentimientos
como apoyo o motivación;  no como a cualquier tren ligero.

Sin alas no me despego del suelo y miro todo a perspectiva
Sin alas vivo más en este mundo y no en uno que dormita.
Pero a un mundo sordo no se le regala saliva.
A un mundo sordo se le pone en perspectiva.

Por eso mis alas se van y su lugar lo remplaza el camino.
Por eso aún disfruto mi paso sobre el mar o las ideas que                                     se abotonan en verde debajo de mis pies.